Una vez lanzada la idea y haber visto ya una posible imagen final, nos proponemos a estudiar su posible solución y sus posibles usos, una vez terminada la rehabilitación. Para llevar a cabo la idea, pensamos que una vez esté terminada lo que es la estructura de hormigón, se presume previsible que la obra llegue a su fin y se quede abandonada, debido todo esto a la crisis financiera que nos azota. Una vez llegado a esta situación de estructura abandonada, las autoridades públicas o el titular de la propiedad, decidan en su reconversión en una "verticalfarm".
Para ello, nosotros proponemos que se termine el cerramiento exterior. Este cerramiento exterior tendría que poseer características como suficiente resistencia ante el viento y otros agentes externos, como suficiente translucidez para que deje pasar la suficiente luz y que sea practicable, para poder regular la temperatura del interior. No necesitaríamos en un primer momento, ningún tipo de partición interior, ni en principio ascensores o elevadores, ya que utilizaríamos las grúas y elevadores exteriores, dispuestos para ejecutar las obras.
En cada planta, dependiendo del cultivo que dispongamos, podríamos disponer uno, dos o tres módulos de plantadores, que si son cultivos en hidroponia, son sistemas de tuberías por el que discurre la solución y están alojadas las plantas; o cajones donde se alojan las plantas y allí se rocían con la solución rica en nutrientes, si es de aeroponia. A continuación, exponemos os ejemplos de un proyecto.
FUENTE: www.verticalfarm.com
FUENTE: www.verticalfarm.com
Otra de las cuestiones que nos planteamos es el nuevo uso que podemos darle dentro de la escena urbana. Hemos pensado que podríamos disponer en el módulo de abajo, donde en el proyecto original iba situado una calle comercial, situar una serie de restaurante y un mercado, donde se comercialicen los productos de la "verticalfarm". Así eliminaríamos de todos los productos agrícolas, gran parte de la huella ecológica que poseen por culpa de su transporte desde los centros de producción a los centro de comercialización. De este modo podríamos abastecer a la ciudad como por una capacidad de terreno igual al número de plantas multiplicado por la superficie de la torres, y además, multiplicado por un coeficiente que variaría dependiendo del cultivo que dispongamos, pero siempre sería mayor de 1. La superficie construida, según proyecto es de 51.494,45 m2, por lo que habríamos ganado, o desmantelado, como mínimo la misma superficie de terreno dedicado al cultivo, que como se hace en un ambiente controlado, no se producen plagas, pérdidas por inclemencias del tiempo, y otros desastres, seguro que sería mayor. Otra posible aplicación, o posible uso de determinadas plantas, el proyecto tiene un total de 40 sobre rasante, puede ser el de utilizar varias plantas para el cultivo, en la épocas adecuadas, de flores de ornamentación. Esa época podría ser tanto Navidad como Semana Santa, incluso más en esta última, ya que muchas hermandades requieren de gran cantidad de flores, que muchas de ellas tienen que producirse en localidades lejanas a la urbe sevillana, por ejemplo Chipiona. De esta forma, podríamos obtener la cantidad y la variedad de flores necesaria, eliminando tantos costes, tanto económicos como ecológicos, de transporte.